El día 29 de abril de 1873, “(…) a las 3 p.m. (…) con carga toda de removido perteneciente a varios cargadores (…)” zarpó del puerto de San Pedro con destino a Bahía Blanca el patacho Filántropo, buque emblema de la fundación de la ciudad de Necochea. Del buque, y su Capitán Juan Bautista Picón, contamos con información como resultado de la sudestada que se desarrolló en nuestras costas a principios de mayo de 1873.
El naufragio del Filántropo resultó determinante para que los vecinos del recién fundado Partido de Necochea reclamaran por la fundación de una ciudad cabecera que, entre otras cuestiones, ofreciera protección a las embarcaciones que recorrían las costas bonaerenses hacia finales del siglo XIX.
En ese sentido, entre 1870 y 1890, en el marco del desarrollo de la ganadería en el sur y sudeste bonaerense, se consolidó un circuito comercial de cabotaje entre los puertos de Buenos Aires, Mar del Plata, Quequén y Bahía Blanca. Este sistema respondió a las demandas de los productores que, muchas veces, veían imposibilitado el transporte terrestre de la producción pecuaria en dirección a Buenos Aires, único puerto habilitado para la exportación de los productos bonaerenses.
Si bien la fuente no brinda datos técnicos sobre el buque, del mismo sabemos que transportaba el equivalente a una tercera parte de su tamaño en carga junto con “(…) unos 14 pasajeros, comprendiendo dos niños y dos señoras”. De su existencia sólo tenemos conocimiento de manera fortuita, como resultado de una exigente burocracia que reclamaba una declaración escrita -por parte del Capitán- con el objetivo de liberar el pago correspondiente al seguro contratado por el armador del buque.
Aunque no es posible establecer con seguridad si el Filántropo resultó ser el primer buque en encallar en nuestras costas, lo cierto es que su naufragio constituyó una excelente excusa para reclamar, formalmente, por la fundación de una ciudad portuaria sobre las orillas del Quequén.