Entre mediados del siglo XIX y principios del siglo XX, la actividad portuaria a lo largo del Quequén Grande comenzó a ubicarse en el epicentro económico de la región sudeste bonaerense. El desarrollo comercial fomentó la aparición de un grupo económicamente asociado a la ganadería y las actividades portuarias apoyado en el intercambio de bienes primarios y de consumo.
Acompañada por una creciente ocupación del espacio económico formado en los alrededores del río Quequén, la actividad ganadera motorizó los primeros embarques realizados desde sus costas. Aquellos inicios, los de la ganadería, lograron afianzarse a partir de la diversificación de las primeras inversiones destinadas al desarrollo de infraestructura portuaria a lo largo del río, en el tramo comprendido por su desembocadura y el puente “Domingo J. Taraborelli”.
El período de la “dispersión” (1) cubrió la demanda de servicios portuarios a través del emplazamiento de muelles de madera distribuidos en ambas márgenes del río, los cuales eran visitados por las primitivas embarcaciones denominadas pailebotes (2).
Estos pequeños barcos de madera -con una eslora que variaba entre los 5 y los 30 metros- fueron los responsables del transporte de la producción pecuaria entre los puertos de Bahía Blanca, Quequén, Mar del Plata y Buenos Aires durante buena parte del último tercio del siglo XIX.
En el caso de Necochea/Quequén, aquel sistema de transporte marítimo/fluvial sólo logró ser desplazado una vez finalizadas las obras que posibilitaron la conexión ferroviaria entre la región interserrana y los puertos de Buenos Aires y Bahía Blanca, proceso cuyos orígenes podríamos ubicar entre los años 1884 y 1910.
El paralelismo entre la culminación de la red ferroviaria y el inicio de las obras portuarias de la región interserrana (Quequén y Mar del Plata) moldeó un sistema de transporte caracterizado, por lo menos hasta la década del treinta, por una fuerte competencia entre ambos sistemas de transporte.
1. La idea de la dispersión pretende tipificar dos modelos diferentes de desarrollo portuario: el primero, cronológicamente, refiere a la existencia de un sistema de muelles a lo largo del río Quequén carente de un centro que dirija la actividad portuaria. Este desarrollo es representativo del período comprendido por los años 1863 y 1922. El segundo modelo, en cambio, define la actividad desarrollada a partir de las obras portuarias financiadas por el estado sobre la desembocadura del río con epicentro en la localidad de Quequén, cuyo desarrollo podemos ubicar a partir de 1922.
2. La denominación pailebote proviene del inglés (pilot boat) y refiere a pequeñas embarcaciones utilizadas para la movilización de carga general. Con una capacidad de transporte que variaba entre las 10 y las 250 toneladas, este tipo de embarcaciones predominaron en el circuito de cabotaje desarrollado a lo largo de la costa atlántica bonaerense durante el período comprendido por la segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX.