Hoy se cumplen 147 años del naufragio del Filántropo, uno de los buques más destacados de nuestra historia regional. Un 29 de abril pero de 1873, el Filántropo zarpó del puerto San Pedro con “(…) unos 14 pasajeros, comprendiendo dos niños y dos señoras” y (…) carga toda de removido perteneciente a varios cargadores (…)” en dirección al puerto de Bahía Blanca.
Con una duración promedio que variaba entre las 15 y los 20 días, los viajes marítimos alrededor de la costa bonaerense ofrecieron a los primeros habitantes de nuestra Provincia la posibilidad de trasladarse de manera más económica y segura, evitando los inconvenientes generados por el uso de las antiguas carretas que transitaban los complicados caminos de la pampa.
A diferencia de otros naufragios ocurridos en nuestras costas, el Capitán del buque nunca tuvo intenciones de buscar refugio en la desembocadura del Quequén Grande.
A pesar de contar con algunos registros documentales que dan cuenta de una incipiente operatoria comercial, Picón decidió navegar a través de la sudoestada desarrollada a finales de abril de 1873 para terminar naufragando varios kilómetros al sur de la actual ciudad de Necochea.
Afortunadamente para los pasajeros y la tripulación, el accidente no contó con víctimas fatales y la carga ubicada en la bodega fue puesta bajo custodia del Juez de Paz de nuestro Partido. Ocho años después, el mástil principal de aquel infortunado pailebot sería utilizado para izar la bandera Argentina en ocasión de la fundación de la ciudad de Necochea.